Final sin fin

 

 

 ¿Y qué somos los artistas si no simples callejeros de la vida?

 

Somos cuerpos vagabundos, ganándole tiempo al tiempo, unos con acordes, otros a pinceladas, hay los que usan palabras… o pedazos de madera.

 

 Caminamos gastando cada momento en crear granos de arena de sonidos armónicos, o granos de arena convertidos de un pedazo rayoneado de papel o de un lienzo manchado con colores, o granos de arena creados de la palabra.

 

Al final ¿qué dejamos?  ¡Nada hemos de llevarnos!

 

Al final dejamos en trozos de madera labrada nuestra vida, momentos convertidos en forma caprichosa, para que con un poco de suerte otros las imiten y las mejoren y las dejen para los que siguen… que han de ser también artistas.

 

Y si nuestro cuerpo no ha de ser para siempre, que nuestros granos de arena vuelen libres, y formen parte de mejores playas.

 

Que al final un viento apasionado lleve nuestras semillas a donde haya tierra fértil, para que el corazón de los nuevos callejeros se alimente y que resucitemos en un cuerpo diferente y con un distinto nombre.

 

Para que al final no haya un final.

 

Para vivir para siempre.

 

Descansa en paz maestro Jesús Toloza,

que alguien a de continuar tus pasos.

 

                                                                    Juan de Dios Varela